1. En movimiento, use el cuerpo todo lo que permita el juego

Arrojar y golpear son los movimientos más comunes en las experiencias de juego. En esas acciones uno imparte velocidad a un objeto, usualmente una pelota, usando su manos extendidas por un implemento como una raqueta de tenis. Si el objetivo es impartir máxima velocidad al objeto, uno querrá que sus manos se muevan a la máxima velocidad posible en el momento en que suelta o contacta al objeto. Este resultado se logra por medio de una acción corporal total antes que por la acción de una parte aislada del cuerpo. Lo que distingue más al que practica una performance superior del que practica una inferior, es la incapacidad del segundo de involucrar una o más partes de su cuerpo en el movimiento.

Muchos practican su actividad exclusivamente con los brazos, lo que constituye un error común en tenis. Los músuculos más fuertes para tirar no están en los brazos sino en los hombros y espalda.

El uso de todo el cuerpo (espaldas, hombros, caderas y piernas en adición a las manos y brazos) puede añadir una fuerza fantástica a sus movimientos, y uno puede refinarlos en vez de agotarse ejecutándolos.

2. Mueva el centro de gravedad

El centro de gravedad está ubilcado en el medio del cuerpo, cerca de la cintura en los hombres, un poco más cerca de las caderas en las mujeres. Todos los movimientos para golpear se inician (o deberían iniciarse) por las piernas para mover el centro de gravedad. La fuerza se genera cuando uno empuja con un costado del cuerpo contra el otro costado. La acción empieza con la relación del costado que está cerca del blanco (piernas, caderas, torso inferior). Esto es seguido inmediatamente por la contracción de la pierna opuesta, que inicia el movimiento del centro de gravedad en dirección al blanco. La fuerza de esta contracción, a su vez, se traslada desde las caderas a través de la espalda, hombros, brazos, antebrazos, muñeca y dedos, en un movimiento de arrojar o golpear.

3. Darle a cada movimiento tiempo suficiente para llegar a su culminación

Uno de los medios por los cuales aumentamos nuestra potencia en el movimiento físico se denomina “suma de fuerzas”. Significa que esperamos a que cada componente de una fuerza se desarrolle hasta alcanzar su pico antes de aplicar el siguiente componente.

Para demostrar el principio de “suma de fuerzas”, tome una pelota, salga afuera y realice un pequeño ejercicio: 

1. Sosteniendo con su mano libre la muñeca de su brazo que arroja, use solamente la mano para lanzar la pelota lo más lejos que pueda. No irá muy lejos.
   

2. A continuación, sostenga con su mano libre el codo de su brazo que arroja y use su mano y antebrazo para lanzar la pelota. Esta vez irá un poco más lejos.
   

3. El tercer tiro realícelo con su mano libre reteniendo el brazo que arroja por el hombro. La pelota irá todavía más lejos cuando se añade el movimiento del brazo.
   

4. El cuarto tiro hágalo con su mano libre reteniendo su cinturón para restringir la rotación de las caderas. Hará un tiro mejor por usar la parte superior de su cuerpo.
   

5. Finalmente, arroje la pelota sin ninguna interferencia. Ahora, cada parte del cuerpo participa en orden: piernas, caderas, espaldas, hombros, brazos, antebrazos, y finalmente la muñeca. Si uno espera que cada parte desarrolle su pico de aceleración antes de añadir la siguiente, realizará su máximo tiro.

La mayoría de las personas aceleran demasiado su movimiento, lo cual tiende a trabar entre sí las partes del cuerpo y producir una acción combinada antes de que cada acción por separado haya hecho su contribución. La sincronización perfecta se da cuando cada fuerza sucesiva es aplicada en el instante pico en el cual el movimiento previo desarrolla su máxima aceleración.

El dar a cada fuerza que interviene en un movimiento, una oportunidad para contribuir al movimiento total, puede significar la diferencia entre bueno y excelente, o entre excelente y grande.

4. Preparase antes de arrojar estirando sus músculos

Usar un músculo que no está estirado es como tratar de tirar una piedra con una gomera sin estirar.

La mayoría de los jugadores deja de volver la espalda a la pelota antes de hacer un swing. Este giro estira los músculos de la espalda. Luego, el brazo y la muñeca son “amartillados” en una preparación ligeramente exagerada para poner en tensión sus músculos que deberán entrar en acción.

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