Meta
o sentido que genera energía - Confianza, fe y coraje
Existen muchas reacciones en los diferentes deportes frente al fracaso y a
la victoria. El atleta puede entrar en la desesperanza si fracasa. Se enoja.
Está triste. Quiere dejar el deporte, se autocritica, piensa en "tomar
cosas" que le den mayor "energía artificial" o se desvaloriza. Al
obtener una victoria, sin embargo puede sentirse al principio muy feliz y al
pasar los días se puede empezar a preocupar por mantener el nivel que logró.
Tiene que repetir la victoria, pareciera que no existe la paz.
La paz nunca existe para un atleta de alto rendimiento si no tiene sus metas
claras o un sistema de valores y prioridades que lo sostenga. Por ejemplo,
cuando un atleta hace lo correcto (entrena, trabaja, estudia sus defectos, etc.),
utiliza sus victorias y sus derrotas para seguir progresando, entonces va a
tener confianza, fe y coraje y su postura debe ser de humildad. Cuando un
atleta se aparta de cualquiera de estas palabras debilita su sistema de
energía.
Un poema para recordar: "Coraje, aunque te tropieces con un camino
tan oscuro como la noche, existe una estrella para guiar al humilde. Ten fe y
harás lo correcto".
Podemos ver a través de ciertos atletas, como por ejemplo, Andre Agassi, la
aplicación de este sistema... desde su perspectiva aplica el sentido de fe
desde el punto de vista religioso. Tanto él, como Michael Chang, otro gran
tenista, utilizan estas palabras (confianza, fe y
coraje) con un sentido
religioso. Les da paz y orden en sus vidas y disminuye la sensación de
desesperanza que muchas veces tiene el atleta. También, se pueden utilizar
estas palabras sin una orden. Desde lo cognitivo puede tener fe en el trabajo
que ha realizado y en la memoria o el archivo interno de todos esos procesos de
aprendizaje. Sabiendo que también tienen la posibilidad de manejar "el
sistema de energía interna". Entonces, aceptan humildemente las victorias
y las derrotas sin perder el sentido del camino que uno se ha propuesto. Esto
permite que uno se concentre mejor en la tarea real, o sea el placer en sí y no
solamente en los premios que se logran.
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