Es importante tener en claro que el jugador no solo debe estar en movimiento cuando se aproxima a la pelota, sino también, darle importancia al desplazamiento que precisamente comienza cuando termina de enviar su tiro hacia el rival.

Es común ver aficionados y alumnos que comienzan a correr cuando detectan prácticamente el lugar donde la pelota se halla para ser golpeada; y a esto se le suma que ellos están preocupados por armar su golpe, con lo que la mente estará ocupada casi en un cien por ciento en el swing, entonces será tarde ya para lograr que el cuerpo llegue con anticipación a la pelota.

En realidad, es importante que se sepa que el “trabajo de piernas” no termina cuando se acaba de golpear la pelota, y comenzará nuevamente al armar el swing del próximo golpe. Desde que la pelota sale despedida, el jugador que la ha golpeado debe comenzar a buscar su colocación en la cancha; haya avanzado a la red o permanezca en el fondo, es importante que cierre el ángulo que abrió su tiro, con lo que se estará ahorrando no sólo metros, sino tiempo para su próximo golpe. A esto le agregará que una buena lectura del golpe del rival, le dará una mejor colocación, que desconcertará al mismo, ya que éste no encontrará un sitio realmente amplio y bueno como para dirigir su envío. Esto se acentúa sensiblemente si el jugador cierra el ángulo y se para bien en la cancha cuando ha avanzado a la red luego de ejecutar un approach, ya que fuerza a su rival a que ensaye un passing shot muy exigido. En más de una oportunidad, conducirá a su contrario a entregar o perder la pelota, por no visualizar un lugar fácil donde jugarla.

En general son pocos los alumnos que conocen la importancia de saber “jugar sin pelota”, y hasta que punto puede influir una buena posición en la cancha. Tal vez porque es muy sutil practicarlo, tal vez porque muy pocas veces se enseña, pero lo cierto es que nos sorprendemos e ignoramos la solución, cuando alguien al terminar un partido, nos critica nuestra posición en la cancha.

Hay jugadores que sin dominar a la perfección el arte de jugar de sobre pique, juegan “más adentro” que otros, con lo que ganan aquel espacio y tiempo del que hablaba antes. Es como que están más encima de la pelota, teniendo un choque anticipado y usando mejor la fuerza del rival, impidiéndole también a éste su recuperación dentro de la cancha y experimentando fácilmente el contraataque.

La anticipación es sinónimo de correr menos y mejor, de estar siempre “en zona”, de tener más tiempo para las ejecuciones y de haber valorado el trabajo de piernas cuando la pelota no está en nuestro campo.

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