"Este viejito sigue dando
lucha..."
Como jugador fui haciendo un
camino basado en un enorme entusiasmo, soy bajo, un tipo petiso, pero he
tenido mucha velocidad de piernas. Pude compensar muchas cosas con esa
velocidad, con mucha dedicación, jugando casi todos los días, y llegué
a ser un jugador de dobles "razonable" acá en el país.
Discreto... jugué en primera división, pude ganar campeonatos como el Río
de la Plata en tres oportunidades (con Mandarino,
con Della Paolera y con Arnold);
y gané dos veces el Campeonato Argentino (ya cuando eran
Abiertos) con Tato Soriano y Gerardo Wortelboer.
Este último torneo con Gerardo,
como compañero, lleva en sí una curiosidad. Ese año, 1968, los ingleses acababan de transformar el torneo en un Open; el
Open Británico. Podían jugar profesionales y amateurs, todos juntos.
Después de Wimbledon, ví que los ingleses habían hecho esa apertura,
que fue cuando volvió Laver y ganó después el segundo Grand
Slam. Entonces pensé, por qué el Argentino no abre las puertas
también para que los profesores puedan jugar?... yo era Capitán...
entonces invité a todos los profesores que estaban dando clases a jugar
el torneo.
Gerardo Wortelboer,
que era profesional, se había anotado con un compañero del Estudiantil
Porteño, que a último momento no pudo jugar. Fue entonces que me invitó
a jugar juntos. Yo estaba por cumplir 40 años, y a pesar de insistirle en
que ya era una persona demasiado grande como para acompañarlo, nos
inscribimos y ganamos el Torneo.
Recuerdo muy gratamente, que Tito
Billoch nos entregó la Copa y refiriéndose a mi persona, expresó:
"Este viejito sigue dando lucha..."
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