Iniciación Deportiva
El ingreso del niño a la actividad física

¿Cómo y por qué un niño llega a practicar un deporte determinado?

Esta pregunta nos conduce a otra: ¿Cómo elige el deporte?

El padre y la madre tienen mucha influencia en el tipo de deporte que elige practicar el niño, puesto que en la etapa de iniciación deportiva los niños dependen de la toma de decisiones de sus padres quienes con sus actitudes pueden posibilitar como también obstaculizar el desarrollo de sus hijos.

Los padres son los que ofrecen la bandeja de posibilidades que en el mejor de los casos es surtida, permitiendo que sus hijos prueben, cambien, se ilusionen y desilusionen con diferentes actividades; pero en otros casos, las posibilidades son pocas o ninguna y el niño ya nace con un destino fijado de antemano.

Muchos niños hacen el mismo deporte que su papá o su mamá, otros eligen aquel que está de moda, que es reconocido socialmente porque piensan que así podrán ser famosos y ganar dinero...

El niño ingresa a la actividad física a través del juego, siendo el mismo la base de toda actividad. Cuando éste nace, sus padres ya tienen expectativas respecto a lo que podría llegar a ser o hacer en un futuro no muy lejano, lo imaginan jugador de fútbol, de rugby, de tenis, bailarín/a... aparecen comentarios del tipo: "Mirá las piernas que tiene, éste va a ser un pateador de primera"; "Va a ser bailarina como la madre, mirá ya cómo se para"; "Uy viste como agarró la raqueta?, ya me veo llevándolo de un lado al otro y de torneo en torneo..."

Es así como los padres le ponen al niño el nombre de un jugador, le compran la camiseta, la pelota de fútbol y hasta lo llegan a asociar al club del cual son hinchas.

Sus expectativas y deseos  con respecto a la elección deportiva están presentes desde antes de que el niño nazca; ellos pueden favorecer y estimular al niño como también presionarlo y empujarlo a la práctica de determinado deporte, ya sea por tradición familiar o porque se trata de un deseo que el padre o la madre no pudieron concretar en su vida personal y lo realizan a través de la figura de su hijo. Ésto tiene lugar en pensamientos y frases como: "yo le quiero dar las oportunidades que no tuve", "Que sea mejor que yo", "Él sí que va a llegar"... etc.

Hay numerosos y diversos motivos por los cuales un niño comienza a practicar algún deporte. Algunos de ellos son: porque tiene condiciones físicas; para que no esté en la casa; porque en la casa no hay nadie que lo cuide mientras sus padres trabajan; por prescripción médica; porque de casualidad alguien lo invitó a practicar tal o cual deporte, y otros.

La construcción del deportista, que se inicia en la niñez, transita diferentes etapas : Iniciación, Orientación y Especialización deportiva. En este caso cobra protagonismo la iniciación deportiva en la infancia, etapa en la cual el deporte debe ser para todos, recreativo y educativo.

En esta etapa, los padres y el Entrenador y/o Profesor de educación física del colegio, club, country, etc., son poderosas fuentes de influencia puesto que el niño depende del adulto.

Cuál es el uso que se hace de este poder? Uso o abuso?

El rol del adulto es el de comunicarse con los niños, "meterse" respetuosamente en el juego, considerando al deporte como una forma de cultura, salud y educación.

Qué queremos decir con la expresión "meterse en el juego?". Significa entrar, participar, poner el cuerpo, no ser sólo espectador sino observador participante, jugar, conectarse con el niño que llevamos en nuestro interior.

El adulto debe permitir al niño que explore y experimente, ofreciendo variedad en cuanto al material de juego y a la forma en que se juega; un clima de confianza y reconocimiento, el que se materializa en la mirada del otro que nutre y gratifica emocionalmente al niño.

Ese otro que nutre emocionalmente al niño, es el que corrige con delicadeza, es el que no discrimina dejando afuera al "gordito" o al "asmático" de la clase, reconociendo sólo a aquellos que lo hacen bien;  es el que espera a los más rezagados, a los que les cuesta un poco más que al resto del grupo respetando los diferentes tiempos de aprendizaje.

La exigencia de la técnica y la táctica, se convierten en presiones que impone el adulto, siendo violentas en tanto dejan de lado el juego así como el disfrute, la espontaneidad, la alegría y el placer.

Estas exigencias, se ponen de manfiesto en el caso de deportes como el fútbol infantil donde es muy frecuente ver cómo los padres están detrás del alambrado gritando, diciéndole lo que tiene que hacer hasta el punto que el chico no sabe si mirar al entrenador o a su papá.

En tenis, es frecuente que algunos padres con la intención de ayudar a sus hijos les den consejos antes del partido, los filmen y los esperen para tener una charla técnica una vez finalizado el partido, sin darse cuenta que tal vez su hijo necesita otra cosa, otro tipo de comportamiento de parte de sus padres, y que lo mejor sería acompañarlo en silencio, escucharlo, y que el entrenador se ocupe del tenis.

En algunos casos, cuando las expectativas de los padres no se cumplen, aparece la angustia porque su hijo no se destaca, o porque elige otro deporte o decide abandonar la práctica deportiva. Se trata de una angustia presente tanto en los padres como en los hijos, siendo fundamental que se eduque al niño para tomar decisiones y elegir de acuerdo a su deseo dejándole en claro que no se lo va a dejar de amar por el hecho de que elija ser alguien diferente a lo que planeaban sus padres.

En la iniciación deportiva no hay que perder de vista el juego, el niño quiere jugar, ése es un hecho y un derecho. El niño tiene que acudir con alegría a las instituciones deportivas, no hay por qué obligarlo a practicar tal o cual deporte.

Lic. Gabriela Fusina

 

volver

 

Copyright © 2000, 2020 - A pleno Tenis - Todos los derechos reservados