Una escalera más... y doy Walk Over!

A veces es muy dificil transmitir en palabras, algunas sensaciones, momentos especiales, o simplemente situaciones risueñas que, de golpe, causan mucha gracia, y la pierden o la disminuyen sensiblemente al ser contadas.

Trataré, sin embargo, de traducir en esta anécdota una de las "salidas" tan oportunas que tuvo Claudia Casabianca, compañera circunstancial de algunos viajes por el circuito europeo.

Como tantas veces ocurre, conseguí a último momento, la confirmación telefónica del "entry", para la jugadora que viajaba conmigo, Andrea Tiezzi, y para Claudia, en un torneo muy interesante que nos surgió en 4 días libres que teníamos, al quedar fuera de la qualy tempranamente en esa semana.

Hicimos todo muy rápido (valijas, cambiarnos, dejar el hotel, pasar por el club a retirar unas raquetas, conseguir los horarios de viaje, etc.), dado que debíamos llegar esa noche a la otra ciudad, porque temprano en la mañana siguiente, debían jugar primera rueda, y, si ganaban, segunda a la tarde, para así recuperar la altura a la que iba el draw.Prof. Hugo Borra

El viaje no era fácil. Del hotel al centro, desde el centro un subte a la estación de tren y el horario de salida del tren era muy ajustado en relación al escaso tiempo que nos quedaba.

No puedo recordar con exactitud si el lugar era Eastbourne o Chichester en el sur de Inglaterra; lo cierto es que las cuadras que caminamos con bolsos, valijas y raquetas a cuestas por habernos equivocado y bajarnos antes de lo debido, nos agotaron. Para llegar a la estación de subte, bajamos escaleras interminables, muy cargados de peso, y caminamos largos pasillos...

Al bajar del subte, subir las escaleras nos resultó poco menos que escalar el Everest con nuestras valijas a cuestas. Hacía mucho calor, transpiramos mucho pero...

Lo logramos!!! Cruzamos una anchísima avenida, donde debimos parar a descansar en medio de ella, casi entre los autos dado que ya arrastrábamos las cosas. Cada tanto uno se daba vuelta y encontraba a otro sentado sobre una valija o cambiando las cosas de mano para descansar. Al llegar a la estación de tren, chiquita y vacía, subimos una "escalerita" que terminó literalmente con nosotros...el tren llegó...fue cuando nos enteramos que debíamos tomarlo del lado de enfrente de la estación...

Comenzamos a correr con todas las cosas para cruzar el puente y al doblar en un pasillo y creer que habíamos llegado, apareció una escalera ya imposible para nuestro estado, a lo que Claudia exclamó al tiempo que caía en el piso sobre sus raquetas y bolsos:

- YO DOY WALK OVER!!!

El ataque de risa mezclado con cansancio y resignación fue tal, que terminamos todos en el piso, y no podíamos levantarnos para llegar al único tren diario que nos llevaría al próximo torneo. Era ése, o perder por W.O.

Esto que tal vez al escribirlo parezca una tontería, en ese momento fue tan divertido, que días después seguíamos recordándolo y repitiendo la frase ante cualquier dificultad que se nos presentaba.

¿Te gustaría saber que pasó?...Si finalmente pudimos tomar el tren?...

Mandame un mail y te cuento el broche final...

Prof. Hugo Borra
Director de "A pleno Tenis"
 

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